Óscar, papá de Mateo, nos sorprendió con un divertido experimento. Nos trajo muchos teléfonos fijos antiguos y pudimos experimentar en primera persona como han cambiado. Muchos no conocían otro tipo de teléfono distinto al móvil y a la mayoría les costó entender cómo se marcaba y por dónde se hablaba.
Recreamos con la ayuda de Óscar una llamada entre distintos terminales y después creamos nuestro propio teléfono con dos vasos y un cordel.
Gracias Óscar por el rato tan entretenido que pasamos llamándonos y por regalarnos un ratito de tu tiempo.
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